Yo me lo paso en grande con las visitas y de verdad que las agradezco. Si llega a coincidir en fin de semana no quiero ni pensarlo.
A pesar de que la lié pardísima por la mañana

pudimos aprovechar el día, hacer un poco de turismo, tomarnos unas cervezolas... me faltó quemar algo para cenar, aunque salimos del paso.
Un placer enorme recibir la visita de Pablo y su pareja, que la cabrona juega en otra liga, aún me estoy escojonando.
Bueno, y lo del tatoo!!!

Mallegao! Emosió!