El primero es un Warwick Corvette Pro Series. Montado en Corea con maderas, electrónica y hardware 100% alemanes. Poco os voy a contar que no sepáis de este bicho (creo que ya está descatalogado incluso, lo cual es probable porque no me extrañaría que canibalizara ventas de bajos made in Germany).
PRECIO: 375

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El segundo es un Peavey T40. Pedazo de bajo ochentero extremadamente versatil (yo lo he usado tanto en un grupo de blues como de post-rock/hardcore) y se porta muy bien con diferentes pedales y amplis. Con eso me refiero a que no es un bajo al que cueste sacarle un buen sonido para prácticamente cualquier situación (si no me creéis echad un vistazo en Youtube

El único defecto que tiene es que, para mi gusto, el mástil está ligerísimamente arqueado, pero no es nada que no se solucione ajustando un poco el alma. De hecho, yo he tocado con él tal y como está sin problema alguno.
Viene con maletín rígido Peavey.
PRECIO: 475

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Si algún valiente se atreve con los dos los dejo por 750!!