Que mi GAS por los bajos es notorio, es de sobra conocido.
Por suerte, no me ocurre lo mismo con los amplis. Tuve el primero de todos durante varios años, un Crate de 100 W; lo cambié por otro más ligero, un TC Electronics BG250-208, y cuando empecé con mi grupete, lo cambié por el que tengo: un Marshall MB4210 de 300 W, que con una pantallita que me agencié por si acaso, ofrece hasta 450 w.
Estoy encantado con él, y, si nada se tuerce, lo tendré mucho tiempo. Pa qué más.
Desde hace unas semanas, también ensayamos en los locales municipales de mi city. Allí dispongo de un Fender Rumble 100 (si no recuerdo mal).
El caso es que zurra de narices.
![Imagen](https://s9.postimg.org/ljpqq8ptb/Fender_Rumble_100_bass_combo.jpg)
¿Qué es lo que me llama la atención, al hablar de ambos amplificadores?
Pues lo distintos que suenan los bajos con uno u otro. No digo mejor ni peor, sino distinto.
Me hace pensar la posibilidad de que haya podido pensar que tal o cual bajo, en según qué ampli, me hubiera encadilado o me haya horrorizado.
No es más que una reflexión sobre cómo nuestros oídos se acostumbran al sonido que ofrece nuestro amplificador, y después, al usarlos con otros, pueden llegar a extrañarnos e incluso disgustarnos.
Ah! lo de las lucecitas rojas del Fender me tiene loco,
![ROFL :rofl:](./images/smilies/rofl3.gif)
![ROFL :rofl:](./images/smilies/rofl3.gif)
PD: Bueno, quien dice oídos, también dice orejas,.....ou sapatillas..